Si en algún momento has pensado en prestarle tu ropa a tus amigas o hermanas, será mejor que te detengas y leas esto. Créeme, podría estarte salvando de una gran desgracia. Sí, ya sé que pensarás que porque son tus BFF o tus hermanas, no pasará nada, pero sabemos que no es así.
La ropa “se pierde”
Muchas veces quieres verte buena onda con tus amigas o esperas que ellas lo sean contigo, el problema es que algunas no valoran al igual que tú tus pertenencias. Seguro en algún momento usaste un vestido super cute que le encantó a alguna de tus amigas. Tiempo después, ella te dice que quiere que le prestes ese vestido para una cita especial. Tú, como buena amiga, aceptas sin saber que será la última vez que verás esa prenda. Lo peor sería que tu amiga te diga “no sé dónde lo dejé” o “no lo encuentro” y luego la etiqueten en alguna foto y lo traiga puesto.
Tu ropa cambia de talla
Si vas a prestarle tu ropa a alguna de tus amigas o hermanas, asegúrate de que les quede bien la ropa. Por ejemplo, una amiga prestó un vestido a otra amiga con mucha boob y el vestido regresó enorme de esa zona. Obvio a mi amiga ya no le quedó y tuvo que dárselo a la chica de mucho pecho, a ella ya no le servía.
Tacones que ya no son tacones